Vacuna del VIH: ¿Por qué es difícil crearla?

Durante 30 años, la humanidad ha vivido bajo la sombra del VIH, o virus de inmunodeficiencia humana.

A principios de los ochenta, la exposición de síntomas del VIH, que después se conocerían como SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), conllevó a esfuerzos sin precedentes para encontrar la causa de esta enfermedad fatal.

En abril de 1984, Margaret Heckler, la secretaria de los Servicios de Salud de Estados Unidos de ese entonces, expresó al mundo que los científicos habían identificado al virus causante del desarrollo del SIDA

Así, Heckler dijo que la vacuna estaría lista para probarse dentro de dos años.

Se equivocó: a pesar de 28 años de investigaciones, todavía no se ha sintetizado una vacuna que pueda proveer una efectiva protección contra el VIH.

Durante este lapso, 25 millones de personas han muerto por causas relacionadas al VIH.



Un virus táctico

Para entender el porqué es difícil crear una vacuna contra este virus que ataca al sistema inmunológico, se debe entender al virus mismo. Porque no es ningún virus ordinario: los científicos que lo han estudiado, se refieren al VIH con frustración y admiración.

Para empezar, el virus del VIH es el más diverso que se conoce. Puede mutar tan rápidamente que los infectados pueden transportar millones de versiones diferentes de él, sólo meses después de haberlo adquirido.

También el VIH cambia su forma constantemente, por lo que es complejo analizarlo.

"Casi todas las vacunas que se han desarrollado nos protegen de una pequeña cantidad de cepas" dijo Gary Nabel a Io9.com, director del Centro de Investigación de Vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Las vacunas entrenan al sistema inmunológico para reconocer un virus, creando una defensa de anticuerpos a largo plazo que busca y destruye al invasor, siempre que se muestre.

Pero para el VIH, el objetivo más obvio es la proteína gp120, la superficie proteínica que manipula para atacar a las propias células humanas. Es el hecho que la gp120 cambia seguido de forma lo que hace difícil de reconocerla para el sistema inmunológico.

Esta proteína se mueve en grupos de tres, protegidos por moléculas voluminosas de azúcar. De esta forma permanece escondida para su detección.

Además, el VIH ataca las células de defensa, los agentes que se encargan de matarlo. Y puede permanecer en silencio durante años al esconder su ADN en el del anfitrión, juntando una enorme reserva para a los síntomas futuros.

Entonces, analógicamente se podría decir que crear una vacuna del VIH es como tratar de dispararle a millones de objetivos blindados que poseen la habilidad de comerse las balas.

Intentos

Sólo tres candidatos han estado cerca del éxito en las pruebas clínicas: AIDSVAX, que consiste en dos fragmentos de la proteína gp120. Falló al proveer protección a largo plazo.

La vacuna Merck?s v520, consistente en un virus inofensivo que acarrea tres genes del VIH. Falló también.

En 2009 se intentó hacer una mezcla de dos vacunas mediante un proyecto denominado Thai: un virus de ave con tres genes del VIH, y una versión manipulada de la AIDSVAX, que actuaría como gatillo. Esta combinación resultó en una reducción de 31% de riesgo de infección.

Un efecto satisfactorio, aunque bajo para la síntesis de una vacuna factible, tomando en cuenta la reducción de un 95% de las vacunas de la polio y el sarampión.

Según Wayne Koff, de la Iniciativa Internacional para la Vacuna del SIDA, desde que los resultados del Thai se difundieron, "el campo ha comenzado a experimentar un renacimiento".

La esperanza

Resulta que muchos pacientes con VIH transportan armas secretas: unos anticuerpos ampliamente neutralizantes que atacan un gran rango de los diferentes virus del VIH.

Cierto es que para estos pacientes es muy tarde. Pero el hallazgo probó que la diversidad del VIH no es el obstáculo para el desarrollo de una vacuna como muchos especialistas habían pensado.

Si hacemos que el sistema inmunológico cree estos anticuerpos de manera prematura, se podría destruir al virus antes de que gane terreno en el organismo.